viernes, 19 de diciembre de 2014

RISING (Tributo a Rainbow)

18 de diciembre 2014. Sala We Rock

Podría resultar bastante sencillo hacer una crónica de lo acontecido la noche del pasado 18 de diciembre en la céntrica sala We Rock de Madrid. Básicamente podríamos resumirlo en cinco músicos de primerísimo nivel honrando el legado de una de las formaciones más grandes y creativas de la historia del hard rock mundial, los enormes Rainbow.
Ya sé que mucha gente es bastante reticente a la hora de apoyar a las bandas de tributo o de versiones, como lo queráis llamar, pero en este caso creo que la asistencia era más que justificada teniendo en cuenta la talla de los artistas que interpretan los temas, y que desgraciadamente no parece haber visos de poder volver a disfrutar, o de disfrutar por primera vez para muchos, de la formación del Arco Iris, al menos mientras Mr. Blackmore sigua enfrascado en su periplo medieval junto a su amada Candice Night.
Algo más de año después de su estreno en la misma sala, Rising volvían a la capital para hacernos disfrutar como entonces desgranando un set prácticamente idéntico y sonando de nuevo con un poderío, melodía y autenticidad al alcance de unos pocos elegidos. Todos y cada uno de los integrantes de la formación desarrollaron su labor con brillantez, con más pasión unos que otros, pero en cualquier caso haciéndonos pasar cerca de dos horas que se nos pasaron volando rememorando uno tras otros casi una veintena de himnos atemporales que siguen poniéndonos las pilas por mucho tiempo que pase.
Decía que el set fue casi el mismo del año pasado, aunque cambiado de orden, comenzando por una envolvente “Tarot Woman” alargada en la intro de teclados de Giovanni Tradardi, un músico tan inexpresivo en sus gestos como eficiente en su ejecutoria instrumental. Pequeños ajustes de sonido, sobre todo de volúmenes, bastante altos pero nítidos durante toda la actuación, y con un Ronnie Romero a la voz sencillamente imperial, consiguiendo resultar de lo más expresivo sin necesidad de recurrir a histriónicos aspavientos ni a proclamas fuera de lugar tan del gusto de muchos frontmen de nuestro rollo.
Todo sustentado sobre la maquinaria perfectamente engranada que constituyen Gorka Alegre con su bajo y poses hard rockeras de manual y Andy C. con su precisa pegada a la batería, para que un excelso Armando De Castro se saliera con su Strato volviendo a demostrar, si es que quedaba alguna duda, por qué es considerado por muchos el mejor guitarrista de la historia del rock español.
Así fueron cayendo sin apenas respiro “Man On The Silver Mountain” plena de potencia, “Starstruck” con su ritmo rockanrolero, “Death Alley Driver” primera de la etapa Joe Lynn Turner sonado poderosa llevada un poco al terreno más heavy de Romero pero respetando su melodía inconfundible, o la más relajada “Sixteenth Century Greensleves” volviendo al legado de la era Dio que fue la más recordada. Nueva exhibición de teclados al inicio de la mágica “Gates Of Babylon” que fue de las que mejor sonó del show dentro de un enorme nivel medio, como mostraron en otra no menos grande “Do You Close Your Eyes”.
Moentazo también con el single por excelencia “I Surrender”  en el que los teclados quedaron algo bajos, tomando mayor protagonismo y altura en “Eyes Of The World”, sucedida de una rotunda revisión de “Spotlight Kid” , hasta llegar al ecuador con una excelsa instrumental “Difficult To Cure” en la que Armando lo bordó junto al resto de los instrumentistas mientras Ronnie descansaba su voz, volviendo a entrar en escena con la atormentada “Still I’m Sad” en la que la gran técnica percusionista de Andy quedo patente.

Nuevo momento relajado con la apasionada “Stone Cold” que dudo que a día de hoy el señor Turner pueda interpretar mucho mejor de lo que lo hizo Ronnie Romero que volvió a dejarnos boquiabiertos cambiando de registro en la sublime “Stargazer”, ejemplo perfecto de lo que debe ser un tema épico sin necesidad de recurrir a dobles bombos disparados ni a orquestación recargadas, que presentó como su tema favorito de Rainbow, como el de muchos, y que desde luego fue otro de los momentos cumbres del concierto. Aunque como decía antes es muy complicado resaltar alguno.

Si no basta con repasar lo que cayó desde aquí hasta el final, “Since You’ve Been Gone” que nos supo a gloria tras el fiasco de Graham Bonnet hace unos días, “Long  Live Rock’n’Roll” alargada y coreada por todos los presentes sirviendo para despedirse mínimamente antes de volver para rematar la faena. Bises con una muy heavy “Kill The King” atronando, sorprendiéndonos después con “Burn” de Deep Purple tirando de raíces y encajando perfectamente, esta mejor que no la escuchara Coverdale a día de hoy, para cerrar definitivamente con la festiva “All Night Long” dejándonos más que satisfechos y con la sensación de que Rising son a día de hoy la mejor banda tributo en activo de nuestro país.
Mariano Palomo

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