lunes, 23 de noviembre de 2015

FM / ELECTRIC BOYS

21 de noviembre 2015. Sala Cats
Interesantísimo programa doble el que se anunciaba en la Sala Cats (local de referencia y altura tras su magnífica reforma) de la mano de dos bandas que llevan unas semanas compartiendo gira por Europa llegando a Madrid el pasado sábado para ofrecer su directo al público capitalino. Un público que respondió en una medida menor de lo que se merecen las dos formaciones del cartel, sobre todo por la que al final era cabeza del mismo como pudo comprobarse por mucho que se anunciara como gira compartida, y que una vez más reunió a los habituales fieles del hard melódico que solemos juntarnos en este tipo de conciertos, el día que nos cansemos o no podamos asistir los de siempre no sé qué va a pasar con la tan manida “escena” del género.
En cualquier caso, y una vez finalizado el Madrid–Barça, los aproximadamente doscientos cincuenta que finalmente nos dimos cita en la sala pudimos disfrutar de una gran noche, comenzando con los suecos ELECTRIC BOYS que si bien no lograron congregar a una gran cantidad de fieles al principio de su actuación, fueron capaces de convencernos y hacernos mover a los que paulatinamente nos acercamos a disfrutar de su divertido y potente directo.
Atacaron abriendo con la movida aunque algo opaca en su sonido “Psychedelic Eyes”, con buena actitud y presencia escénica acorde con su hard rock de clara inspiración setentera salpicada de detalles funkies que yo no tenía muy controlados pero que, al menos en directo, me resultó de lo más eficaz y entretenido. Continuaron sonando más brillantes con “Into The Ditch” tema con mucho groove a lo Red Hot Chilli Pepers pero con una base muy Zeppelin en la que destacó la tremenda pegada de Niclas Sigevall que con su sencillo kit de batería supuso el perfecto soporte para las incursiones de bajo del peculiar Andy Christer.
Estos dos primeros temas pertenecen a su primer trabajo “Funk-o-Metal Carpet Ride” del que recientemente se cumplía el vigésimo quinto aniversario y con el que coparon el ochenta por ciento de su set list, y que siguieron desgranando con la más tranquila y algo hippie “Change” en la que el vocalista Conny Bloom, ex Hanoi Rocks, bajó un poco el tono festivo, acompañando también con su guitarra más relajada junto a la de Franco Santunione que pasó más desapercibido a lo largo del show. Recuperaron el pulso más rotundo con la marchosa “Electrified” y con la más dura “Freaky Funksters”, ambas con más rollo funky con la utilización del slapping a cargo de Christer, y sobre todo la primera destilando cierto aroma a los primeros Aerosmith.
Momento para recordar el segundo trabajo del grupo, “Groovus Maximus” del que rescataron la atemperada “Mary In The Mistery World” precedida de un mínimo guiño al clásico reggae “No Woman No Cry”, y la mucho más convincente “Knee Deep In You” con sus guitarras de alto octanaje y su potente y melódico desarrollo rítmico. Tras este buen momento, rápida presentación de la banda sobre los acordes de “Roadhouse Blues” de los Doors, para seguir con la incendiaria “Rags To Richies” que hizo corear y palmear al público al son marcado por Bloom.
Para el final nos dejaron “Captain Of My Soul” con mucho groove en sus guitarras y en su ritmo, cerrando definitivamente tras un breve abandono del escenario con su tema más conocido la contagiosa “All Lips N’ Hips” en el que se unen los elementos setenteros y algo psicodélicos del hard con un divertido estribillo que acabamos coreando todos los presentes. Buen cierre para casi una hora de divertida y competente actuación.
 
Pasado el pertinente descanso y una vez realiazado el cambio de equipo, llegaba el momento de volver a disfrutar, tercera vez en este 2015 en mi caso, de la banda más grande y que mejor ha sabido evolucionar y madurar dentro del hard melódico europeo, los británicos FM que, una vez más, volvieron a sentar cátedra con un concierto absolutamente memorable. Si las otras dos ocasiones en que pude verles este año el grupo estuvo al gran nivel habitual, se me quedaron cortas ya que sus apariciones estaban enmarcadas dentro de sendos festivales en los que no eran cabeza de cartel, pero en esta ocasión pudimos disfrutar de hora y media de show completo, aunque con el enorme catálogo de temazos que tienen siempre se echa alguno de menos (“Blood and Gasoline”, “Does It Feel Like Love”, “Tattoo Needle”, “Someday”, “American Girls”), con un sonido cuasi perfecto desde el inicio, y con un giro ligeramente más rockero con gran presencia del sonido de las guitarras pero sin perder un ápice de melodía.
Tras una breve intro enlatada comenzamos a disfrutar con la poderosa “Digging Up The Dirt” que también abre su fantástica última obra “Heroes & Villains”, comprobando ya desde el principio que el quinteto estaba en plena forma, liderados por un inconmensurable Steve Overland que sigue siendo uno de los cantantes más grandes del rock mundial, así de claro. Carisma sin empalagos, clase sin sobre exhibiciones, versatilidad y potencia cuando es necesario, melodía embaucadora en su voz, en fin, una maravilla muy bien secundada por una fantástica base rítmica en la que el simpático Pete Jupp es una garantía de solidez a los tambores, junto al imprescindible bajista Merv Goldsworthy que también apoya magníficamente a los coros. Una tarea en la que también participan el teclista Jem Davis, y un cada vez más suelto y protagonista Jim Kirpatrick que sin duda con su muy buen hacer a la guitarra se ha asentado como uno de los pilares de la banda.
Tras el comienzo más hard y actual, tocaba recordar dos de los himnos clásicos del grupo, una deliciosa “I Belong To The Night” que fue coreada por la audiencia ya plenamente integrada y entregada a la causa, que siguió disfrutando con la festiva “Don’t Stop”, luciendo las guitarras afiladas de Jim y Steve, antes de llegar momento soul con “Closer To Heaven” sencillamente perfecta transmitiendo con una emotividad vocal difícilmente alcanzable para el común de los mortales.
Vuelta la A.O.R. de manual con una cristalina “Let Love Be The Leader”, que para ser una cara B no está nada mal, y tiempo para dejarnos la segunda y última pieza del último disco, una “Life Is A Highway” que sonó muy bien haciéndose un hueco por derecho dentro de un set plagado de clásicos y hits del grupo, al igual que las también recientes “Crosstown Train” que resultó de lo más rockcera con ese especial regusto sureño, enlazándola con otra no menos grande “Wildside”, a la que sucedió una buenísima “Tough Love”.
Después de un buen rato de ritmos altos y buenas aportaciones guitarreras, nos relajamos con otra de esas joyas del A.O.R. que es “Frozen Heart”, elegancia y sentimiento puros que nos volvió poner la piel de gallina, para meternos otra vez en harina cañera con “All Or Nothing” y con una sublime “Tough It Out” que nos puso a cantar siguiendo su tremendo estribillo lleno de fuerza.
Antes de llegar a los bises todavía nos quedaba degustar una descomunal “That Girl” en la que las guitarras se combinaron mágicamente con las teclas de Jem, que luego tiró de armónica para adornar parte de la divertida y una vez más ganadora “Burning My Heart Down” que siempre es uno de los puntos álgidos de los shows de FM, junto a su himno “Bad Luck” con el que se despidieron antes de volver sin hacernos esperar demasiado.
Una vuelta encabezada inicialmente solo por Overland y Davis para dejarnos una sobrecogedora interpretación prácticamente a cappella de la preciosa balada “Story Of My Life” que a alguno le hizo tirar de kleenex y en la que por si el vocalista inglés se había exhibido poco, ahí acabó de rematar una memorable actuación en la que el sentimiento inundó la sala. Se unieron para rematar el tema el resto de miembros del grupo antes de despedirse definitivamente con una gloriosa “Other Side Of Midnight” que nos dejó a todos con un excelente sabor de boca.
Luego, apenas cinco minutos después compartieron saludos, fotos y autógrafos con todos los que quisieron acercarse a ellos, al igual que Electric Boys, demostrando una accesibilidad, simpatía y humildad que les hace aún más grandes. Por lo que sabemos la banda acabó encantada y ya están deseando volver a repetir la experiencia, seguro que los que estuvimos al otro lado de las tablas también, solo falta fijar la fecha.
Mariano Palomo

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