lunes, 27 de noviembre de 2017

HARDLINE / XTASY


24 de noviembre 2017. Sala Cool Stage

Extraña sensación de deja vu la vivida el pasado viernes en la remozada sala Cool Satage de Madrid tras asistir apenas cinco o seis meses después a la actuación de las dos bandas que componían el cartel del evento. En primer lugar los navarro–castellanos XTASY, una formación a la que tuve ocasión de ver por primera vez en este mismo local a primeros de mayo dentro del Hard Rock Attack Festival junto a Guru y 7 Almas, dejándome entonces una buena impresión algo ensombrecida por los numerosos problemas de sonidos que sufrieron. En esta ocasión se quitaron un poco esa espina aunque tampoco acabaron de sonar todo lo redondos que creo que podrían hacerlo.

Este déficit de sonido vino sobre todo por lo bajo que se oían las guitarras de Jorge Olloqui y Chema Herrero durante bastantes partes del concierto, teniendo más presencia por momentos, aunque no tan exagerada como en el citado festival, el bajo de David Clavero y la batería de Manuel Sicilia, quedando Silvia Idoate como magnífica maestra de ceremonias cantando muy bien sin parar de agradecer y animar al escaso púbico que estuvo desde el principio para ir aumentando paulatinamente hasta llegar a los doscientos asistentes aproximadamente con los cabezas de cartel.

En cuanto al set fue muy similar al de hace unos meses, abriendo tras una breve intro enlatada con la enérgica “Broken Heart” que sonó un poco saturada mejorando durante su desarrollo con un buen solo de Chema rodeado de buenos coros algo apoyados al igual que los teclados grabados que aparecieron a lo largo del show. Sin descanso atacaron con uno de sus temas más claros y recordables “One In a Million” metiéndose su melódico estribillo a la primera con una Silvia excelente.

Siguieron con otro de los momentos destacados de la noche con “Under The Gun”, con los teclados dejándose notar disparados pero quedando bastante convincente con su mezcla de fuerza y melodía, pasando después a “Said and Done” con ese rollo Vixen tan reconocible, antes de relajarse en el evocador comienzo de “Speed Of Light” rompiendo poderosa tras un tímido palmeo, llegando al tema título del último disco de la banda “Second Chance” con el que nos dejaron unas poses más heavies con los tres mástiles unidos sobre el escenario apuntando a al público sonando rotundos y poderosos, al igual que en “Stronger” que también me gustó bastante con ese ligero toque progresivo que la hace más original.

Continuaron de forma cañera con “Into The Fire” en la que Silvia no paró de saltar y animar a una concurrencia cada vez más numerosa y metida en faena, haciéndonos corear seguidamente con una magnífica “Never Surrender” en la que le solo de Chema quedó algo deslucido por lo bajito que sonó, para cerrar los tres cuartos de hora de los que dispusieron con la enérgicamente hard rockera “Revolución” que fue de las más coreadas suponiendo un buen cierre para una buena actuación de una banda con mucho potencial pero todavía con margen de mejora dentro de su buen tono actual.

Apenas cuarto de hora descanso para acondicionar el escenario y llegaba el momento de volver a disfrutar en directo de HARDLINE, responsables de uno de los mejores discos de la historia del hard melódico como fue aquella obra de arte llamada “Double Eclipse” (1992) de la que dieron muy buena cuenta en su set. Un set más amplio que el que nos ofrecieron en el Kalos incluyendo tres temas más del citado debut discográfico de la banda además de un par de bunas piezas de su cosecha más reciente.

Aparecieron en escena bajo las notas de teclado de Alessandro Del Vecchio para llevarnos hasta el tema que también da apertura a su última entrega discográfica “Human Natrue” (2016), un buen tema en el que Del Vecchio además apoyó a las voces con acierto aunque con algo menos de presencia que otras veces dejando que Johnny Gioeli luciera absolutamente espectacular durante la hora y media que nos regalaron de intenso, emotivo y nítido hard rock melódico. Tras este primer pellizco más actual atacaron sin descanso con la tórrida “Takin’ Me Down” que sonó impresionante con un ese rollo sensual y poderoso que calentó a un público que ya estaba por la labor de antemano y que coreó sin descanso su potentísimo estribillo.

Continuaron haciéndonos vibrar con otro clasicazo como “Dr. Love” previa mini intro de teclados antes de que empezará a brillar con luz propia la figura de Josh Ramos, sin duda uno de los mejores guitarristas que ha podido encontrar Gioeli para la banda con ese ramalazo Neal Schon en su forma de tocar que encaja como un guante dentro de las composiciones del vocalista norteamericano. No se quedan atrás Anna Portalupi al bajo y Francesco Jovino a la batería, dos excelentes instrumentistas que además aportan pegada y dinamismo en sus directos.

Tras esta primera terna de energía pura que nos pasó por encima casi sin darnos cuenta pausaron un poco el ritmo tras una breve charla de Gioeli con el teclado de Del Vecchio dejándose notar, además de cantar alguna estrofa alterna, en la preciosa “Human Nature” que les quedó realmente bonita e intensa, al igual que “Take You Home” que también cayó a continuación, antes de llegar a otro de los puntos más novedosos del show con la intro bluesy de guitarra de Josh Ramos que cambió la Washburn por una Gibson más apropiada para interpretar “Trapped In Muddy Waters” que fue una auténtica delicia.

Breve solo de batería de Jovino que fue aprovechado por algunos para acercarnos a la barra o al servicio y afrontar la segunda parte del concierto comenzando por la tremenda “Life’s a Bitch” en la que la guitarra echaba humo, haciéndonos palmear en su parte final para enlazar con una inmensa “Fever Dreams” que me parece el mejor tema de los creados últimamente por el grupo perteneciente a su LP “Danger Zone” (2012) y que nos envolvió con sus buenísimas melodías corales y de teclados.

Nuevo momento relajado y tremendamente emotivo con “Into the Hands of Time”, la balada por excelencia del grupo que Gioeli dedicó a su padre recientemente fallecido y que fue un derroche de clase y sentimiento pasando incluso el micro al público para cantar parte de su letra. Y de aquí al final ya no paramos de cantar y movernos con los cuatro temazos elegidos para cerrar el show, desde una sublime “Everything” cantada a grito pelado por todos los presentes de arriba abajo, empalmando después entre unas espectaculares luces (lo que más me sorprendió de la sala por su gran mejora desde su reforma) y los primeros acordes de teclados y guitarra del hit entre hits del grupo “Hot Cherie”, sencillamente brutal.

Mínimo break para atacar con la melodía enorme de “I’ll Be There” igualmente coreada por todos, llegando al fin de fiesta de forma frenética con una poderosísima “Rhythm From a Red Car” que acabó de desatar la locura total suponiendo un excelente colofón a hora y media de grandísimo concierto que satisfizo a los fieles de una banda que creo que atraviesa por su mejor momento desde que se internacionalizó hace unos años. Muy bien por Hardline.

Mariano Palomo

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