domingo, 12 de noviembre de 2017

MR. BIG / THE ANSWER / FASTER PUSSYCAT

10 de noviembre 2018. Sala La Riviera

Variada oferta hard rockera la que teníamos en la sala de la ribera del Manzanares el pasado viernes con el paso por la capital de España de y una de la giras más interesantes de los últimos meses. Abarcando desde el sleazy hasta el virtuosismo, pasando por el rock setentero nos encontrábamos con tres competentes bandas, que sobre todo con el reclamo de los cabezas de cartel, congregaron a más de un millar de fieles que prácticamente coparon el aforo del local.

Comenzaron con exquisita puntualidad a las 18:45 los angelinos FASTER PUSSYCAT, una banda que en los ochenta compartió titulares y escenarios con artistas como L.A. Guns, Alice Cooper, Kiss o Motley Crue entre otros, obteniendo cierta repercusión pero quedando prácticamente en un grupo de culto que se separó en 1993 para retomar su actividad en 2001 únicamente con el vocalista Tamie Downe permaneciendo en su formación. De su primera etapa quedan registrados tres trabajos y en la del siglo XXI uno en estudio y otro en directo, grabados prácticamente con la misma alineación que pudimos ver en directo en Madrid, con Chad Stewart a la batería, Danny Nordhal al bajo y Xristian Simon a la guitarra, además del más joven Ace Von Johnson a la otra guitarra que se incorporó en 2010 al grupo.
Los cinco nos ofrecieron media hora de divertido rock sleazy sonando realmente bien, algo que me agradó y sorprendió con Tamie erigiéndose como macarra y altivo maestro de ceremonias, cantando bastante bien, perfectamente secundado a los coros por el resto de la banda, con especial mención a Chad que desde su batería metió un buen puñado de voces. Abrieron con la dura “Jack The Bastard” de su tercer trabajo “Whipped” (1992) sonado limpios y potentes, para seguir sin pausa con la más arrastrada y callejera “Cathouse”, uno de los himnos de su primera entrega homónima de 1987 que les llevó a entrar en el circuito sleazy y que sonó también muy bien.
Mínima presentación con el “fuck” o “fucking” como palabras recurrentes por parte de un arrogante Tamie antes de atacar entre las palmas de los cada vez más numerosos y participativos asistentes con “Slip of the Tongue” resaltando sus coros, ensuciándose un poco el sonido con la más reciente “Number One With a Bullet” en la que el bajista Danny no paró de animar y provocar al público.
Momento tierno y entrañable con la balada “House of Pain” que fue otro de los temas que más sonaron en su momento cuando publicaron “Wake Me When It’s Over” (1989), tema lento sleazy de manual que puso la nota romántica siendo muy bien recibida. Para el final los dos temas más claros y gamberros “Bathroom Wall” marcado por sus contagiosos redobles de batería y por su descarado estribillo, para finalizar con una gran “Babylon” con los coros acompañando con acierto y con Chad doblando a Tamie en algunas estrofas, con un guiño final al “Ace Of Spades” de Motorhead. Breve pero intenso concierto el que nos ofrecieron los californianos que fue un perfecto entrante para los que venía a continuación.

Cuartito de hora de rigor para cambiar equipo y telón en el escenario, ya con la sala tomando color y calor con bastante más público que al principio para recibir a los británicos THE ANSWER. Una banda que me conquistó con su primer disco “Rise” (2006) en el que a pesar de su juventud rescataban los sonidos hard rockeros más clásicamente setenteros, para ir haciéndoseme luego algo aburridos en sus siguientes entregas, refrendándolo en las dos ocasiones anteriores en las que tuve oportunidad de verles en directo, la última hace unos meses en el Garage Sound Festival de Rivas donde no me convencieron demasiado.
Pero en esta ocasión que nos ocupa me han gustado bastante más, les he visto más dinámicos y concretos, sin perderse en solos alargados ni desarrollos excesivos, seguramente porque disponían solo de tres cuartos de hora de actuación supieron aprovechar eligiendo un buen set list, variado y entretenido en el que estuvieron representados sus cuatro discos de estudio hasta la fecha. Tras un breve intro folkie enlatada empezaron a descargar con un sonido rotundo y limpio el cadencioso tema título de su última entrega “Solas” (2016) que no pareció el más adecuado para enganchar sobre todo porque la voz de Cormac Neeson sonaba demasiado baja algo que afortunadamente ya se solucionó en el siguiente tema, “On And On” que ya nos puso a menearnos con su contagioso ritmo y estribillo dejándose notar sobre manera la rotunda pegada del batería James Heatley que me gustó muchísimo, formando una más que competente base rítmica junto al  bajista Micky Waters, mientras que el guitarrista Paul Mahon cumplió sin excesivo brillo yendo de menos a más.
Uno de los temas en los que más me convenció Paul fue en la polvorienta “Preachin’” tirando de slide con una guitarra de caja metálica sacándola un sonido añejo perfecto para que Cormac se moviera compulsivamente palmeando e interactuando con el público, para tirar luego de armónica en la apasionada lenta de aires blues “Confort Zone” en la que se fue parcialmente el sonido de guitarra quedando muy arriba el bajo de Micky repuntando en la parte final sonando ya todo como debía, siguiendo con todo el rollo del mundo revisando el clásico de Rose Tattoo “Rock’n’Roll Outlaw” apareciendo en escena para apoyar en los coros Danny Nordahl, el bajista de Faster Pussycat.
Se relajaron con “Strange Kind Of Nothing” que sonó fantástica con Cormac apoyando con la pandereta, volviendo a la caña con “Spectacular” llena de groove y potencia, metiendo una marcha más con la rockera “Come Follow Me” que nos puso a corear y palmear junto al grupo, antes de finalizar con la cruda “New Horizon”  que supuso un buen cierre para una actuación que consiguió que volviera a recuperar el interés en esta buena banda digna heredera del espíritu Zeppelin.

Y a las nueve y tres minutos llegaba el momento de volver a disfrutar en directo de una de las bandas más grandes que ha dado el hard rock mundial, MR. BIG. Siempre es un placer asistir a los shows de los norteamericanos, creo que en la media docena de veces que los he visto jamás me han decepcionado, mostrando siempre su inmensa clase y técnica, pero además haciéndolo de forma divertida y atractiva para su público que una vez más se entregó sin condiciones desde los primeros acordes de la tremenda “Daddy, Brother, Lover, Little Boy” con la que comenzaron de forma frenética provocando la locura del personal.
Con un Eric Martin sencillamente inmenso, parece que sigue vigente su pacto con el Diablo aunque sonando a un volumen excesivo por momentos tapando incluso al resto de la banda, sobre todo a la guitarra de Paul Gilbert  que se quedó algo corta en ocasiones. Por su parte el bajo de Billy Sheehan y la batería de Mike Starr creo que sonaron bastante equilibrados, dejando su parte de protagonismo a Pat Torpey que con un pequeño set de percusión junto al de Starr acompañó prácticamente de forma testimonial durante buena parte del show, un detallazo de sus compañeros que siguen contando con el después de ser diagnosticado de Parkinson hace unos años, y que muestra la enorme fuerza de voluntad de Pat siempre con una sonrisa en la boca.

Tras la exhibición inicial, taladros incluidos, siguieron sin pausa con los redobles y las líneas de bajo de “American Beauty” uno de los mejores temas de la última etapa del grupo con el que siguieron enganchándonos, para continuar con una vibrante “Undertow” que sonó tremenda, antes de volver a los inicios con la siempre espectacular “Alive and Kickin’” apareciendo por primera vez Torpey en escena acompañando con las panderetas y los coros como Sheehan y Gilbert mientras Martin seguía a lo suyo dando la vuelta al pie de micro a modo de volante y cantando magníficamente.
Vuelta de tuerca rítmica y cañera con “Temperamental” ampliamente coreada interactuando con la voz principal y el público en su pegadizo estribillo, relajándose el ritmo con la preciosa “Just Take My Heart” con Torpey en el kit grande de batería  marcando el ritmo junto a los palmeos del respetable y a la inmensa melodía de guitarra de Gilbert, sin duda uno de los momentos cumbre del show, sucedido por “Take Cover” otra pieza plena de cálido encanto, al igual que la inmensa “Green-Tinted Sixties Mind” en la que Eric cambió un poco la melodía de voz pero que quedó tan bien como siempre.
Hubo que esperar un buen rato para escuchar en directo el primer tema del último disco del grupo, “Defying Gravity”, y la elegida fue la vacilona “Everybody Needs a Little Trouble” que no desentonó en absoluto después de la tremenda remesa de clásicos que nos habían regalado y en la que Gilbert tomó mayor protagonismo doblando a las voces. Vuelta a los clásicos para dejarnos “Price You Gotta Pay” con Sheehan tirando de armónica y con Eric ayudándole tocando el mástil del bajo creando ese rollo tan curioso que siempre nos ofrecen, antes de ceder el protagonismo absoluto durante diez minutos a Paul Gilbert que se marcó un estratosférico solo de guitarra apoyado por un bombo de pie, abriendo con los primeros acordes de “Back in Black” de AC/DC, cambiando luego de guitarra para dejarnos unas cuantas marcianadas al mástil.

Engancharon con otro de los temas nuevos, “Open Your Eyes” que pasó algo más desapercibida, seguramente con más de uno volviendo de la barra o del servicio aprovechando el solo, llegando a la parte más relajada del concierto con un tramo acústico que comenzó con la versión de “Wild World” de Cat Stevens que ya han hecho suya y que fue coreada a pleno pulmón, teniendo menos respaldo en la ingenua “Damn I’m In Love Again” que tampoco fue de las que más gustó, seguramente por ser otra novedad.
Se recuperó la electricidad y el ritmo con una excelente “Rock and Roll Over” que sonó bastante potente, y más aún “Around The World” que me encantó con su poderosísimo estribillo y  un espectacular pique de bajo y guitarra que dio paso a un menos atractivo solo de Billy Sheehan que supongo que para los bajista sería una masterclass de ocho minutos que a mí se me hicieron un poco pesaditos, reconociendo siempre la inmensa calidad técnica del neoyorquino.

Volvió el duelo de mástiles entre palmas para saludar una frenética “Addicted To That Rush” con Martin preguntando y provocando al público antes de presentar a la banda que fue ampliamente ovacionada, sobre todo un Torpey que recogió el cariño de todos los presentes para participar en el mega hit del grupo “To Be With You” de nuevo con la acústica presente y con esos coros enormes que fueron tapados por momentos por las voces de los fans que la cantaron prácticamente en su totalidad creando una impresionante atmósfera.
Después de este entrañable momento llegábamos a la recta final de la velada con “1992” otro de los temas nuevos que sonó bastante bien, precediendo el aullido de Sheehan que daba paso a una aplastante “Colorado Bulldog” que nos dejó sin aliento antes de despedirse definitivamente con una “Defying Gravity” que si bien sonó perfecta no me pareció la más adecuada para cerrar, quizá debieron cambiar el orden y tocarla después de “1992”.

En cualquier caso dos horas de excelente hard rock, con una banda siempre impresionante mostrando una inmejorable forma y que con esos pequeños matices apuntados anteriormente nos ofrecieron uno de los mejores conciertos que les recuerdo con un set prácticamente inmejorable derrochando simpatía y buen hacer sin perder un ápice de clase, precedido además de las buenas actuaciones de Faster Pussycat y de The Answer para  completar uno de los carteles más competentes de los últimos meses en Madrid.

Mariano Palomo

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