3 de diciembre 2017. Sala Cool Stage
Tres largos años han tenido que
pasar para sacarnos la espina de uno de los conciertos más decepcionantes que
uno recuerda, pero afortunadamente y después de un par de amagos que no
acabaron de concretarse, el pasado domingo pudimos asistir a un señor concierto
de uno de los vocalistas más carismáticos de la historia del hard rock.
Pero antes de que el cabeza de
cartel pisara las tablas de la céntrica sala Cool Stage cuatro descarados hard
rockeros madrileños se encargaron de calentar la gélida noche capitalina, algo
que seguramente junto al cierre de semana, a la acumulación de conciertos,
cenas y demás festejos que se nos vienen encima echó a más de uno para atrás,
pero que no impidió que aproximadamente dos centenares de fieles nos juntáramos
para disfrutar de la velada.
Un público que, como suele
suceder habitualmente, fuimos acercándonos a cuenta gotas mientras SEXPLOSION descargaban su hard sleazy con un sonido potente y
crudo que indefectiblemente hacía recordar a los grupos angelinos de los
ochenta, además de por su dinámica puesta en escena con G. Starless comandando con acierto la formación al micro y la
guitarra. Perfectamente acompañado por Alex
H.M. en la otra Gibson y por Fernando
Ajejas al bajo, participando también a los coros, al igual que un batería
invitado que sustituía al lesionado Juan
Capilla.
Lamentablemente me perdí más de
la mitad de su actuación ya que cuando quisimos entrar en la sala entre saludos
y demás sólo nos dio tiempo a disfrutar de tres de sus temas, comenzando por “Leap
In The Dark”, seguida de la contundentemente arrastrada “Bitch House” y de “Afire”
con su estribillo rompiendo claro entre sus rotundas guitarras. Para el final
se reservaron una muy buena versión del clásico “If You Want Blood” de AC/DC
para cerrar una actuación que por lo que supimos después estuvo centrada sobre
todo en temas de su último trabajo “Swallow
n’ Shut Up” (2014) y que me hubiera gustado disfrutar en su totalidad, para
la próxima intentaré ser más puntual.
Sobre las nueve y media de la noche llegaba el momento de comprobar si eran ciertas todas las noticias que teníamos sobre el buen estado de forma en la actualidad de la GRAHAM BONNET BAND después de la mencionada decepción que nos llevamos en la desaparecida sala Arena cuando se presentaba ante nosotros con una formación en la únicamente repetían el vocalista inglés y su pareja Beth Ami Heavenstone al bajo. Unos cambios que sin duda han mejorado notablemente a la banda con la entrada del virtuoso Joey Tafolla a la guitarra, del teclista Jimmy Waldo ex compañero de Bonnet en Alcatrazz, y del batería Mark Benquechea.
Estos cambios, junto a un mayor
rodaje de Beth, a un estado vocal de
Graham increíble (todavía no acabo
de creérmelo) y sobre todo a un set muy difícilmente mejorable para exponer
todo lo mejor de su amplia trayectoria hicieron de sus noventa y cinco minutos
de actuación algo realmente disfrutable, que lo pudo haber sido aún más de no ser
por el excesivo y molesto volumen que sufrimos en buena parte del show
provocando momentos realmente saturados en los que sobre todo las partes
vocales y los teclados estaban altísimos haciendo difícil por momentos apreciar
la enorme calidad de Tafolla, amén
de la descomunal pegada de Mark con
la batería también altísima.
En cualquier caso yo al menos lo
pasé en grande coreando y acompañando cada uno de los temas que nos ofrecieron
tras la intro enlatada de a capela que enlazó con “Too Young To Die Too Drunk
To Live” el primero de los clásicos de Alcatrazz
que coparon la tercera parte del set y que ya empezó a sabernos a gloria a
pesar de los comentados problemas de sonido con la base altísima. Con “All
Night Long” de Rainbow fueron las voces
las que se subieron desmesuradamente de volumen desluciéndola un poco, algo que
no impidió que los presentes la coreáramos a pleno pulmón, al igual que sucedió
con “Night Games” con los teclados de Waldo
comiéndose la guitarra de Tafolla
que brilló mucho más en modo shred al inicio de “California Air” uno de los
temas más destacados del último disco de Graham
Bonnet Band “The Book” (2016) y
que me gustó mucho por sus melodías de voz.
Fue mejorando aún más el sonido
continuando la exhibición guitarra en esa genialidad echa tema que es “God
Blessed Video” con Joey corriendo
por el mástil como lo hiciera Steve Vai
originalmente en el segundo trabajo de Alcatrazz,
para pasar a otro registro más barroco pero igualmente potente y atractivo en
una excelente “Stand In Line” que daba título al primer LP de Impellitteri con un curioso vacile entre Bonnet y Waldo antes de entrar de lleno con “Island In The Sun”, seguramente
uno de los temas más esperados por los fans en el que las teclas se quedaron un
poco cortas, algo que nuevamente no fue óbice para ser altamente celebrada.
Primer recuerdo para el genial “Assault Attack” que Graham grabó con M.S.G. para descargar “Desert Song” acompañada por los palmeos del
personal con la guitarra sonando gordísima y elegante, con esa cadencia tan
personal de Schenker en las manos de
Tafolla que cambió de nuevo a clave Malmsteen con “Starcarr Lane” que fue
todo un pelotazo para los seguidores más acérrimos de Alcatrazz. Continuaba la montaña rusa de sonidos con “S.O.S.” un
tema quizá menos conocido de la carrera en solitario de Bonnet que resultó bastante simpático con sus tonitos recordando
las señales del alfabeto morse, endureciéndose luego con “Into The Night” otro
de los temas más recientes que pasó algo desapercibida por su saturación,
aclarándose el sonido con una elegantísima “Samurai” de M.S.G. llena de preciosismo y feeling, y con “Skyfire”
probablemente el tema en el que más nítidos sonaron los teclados de Waldo.
Nos íbamos acercando al final y
llegaba uno de los momentos indispensables, “Since You Been Gone”, con un
comienzo interruptus en el que el público cantó a capela mientras ajustaban la
batería de Mark para dejar mayor
protagonismo a los coros y la guitarra cuando arrancó definitivamente. Luego
emotiva presentación de los músicos de la banda a cargo de Beth, sorprendiéndonos después con la entrada en el escenario de una
chica que hizo una pregunta a Bonnet
sobre su experiencia con Rainbow en
el Monsters Of Rock de Donington de 1980, la verdad es que entre los nervios y
la pronunciación la cosa quedó bastante mejorable, por ser suaves.
Anécdotas aparte, todavía nos
quedaba un buen rato ya sin descansos ni interrupciones comenzando por una
poderosa “Assault Attack”, seguida por la intro grabada de “Eyes Of The World”
que puso la nota más sinfónica y evocadora del concierto con los coros alargados
por un curioso eco, para pasar al desgarro y la emotividad de “Hiroshima Mon
Amour” con la guitarra sonando de lujo, rematando la faena con un espectacular “Lost
In Hollywood” mostrando un derroche de facultades de Bonnet que subió de tono sobradísimo, apoyado sin duda por el alto
volumen de su micro, pero creo que todo fue bastante real.
Cierre espectacular para un gran
concierto que pudo ser de matrícula de honor de no ser por sus desequilibrios
sonoros, y que por fin nos mostró la mejor versión de uno de nuestros cantantes
favoritos interpretando sus mejores canciones acompañado por unos músicos a la
altura de su nivel.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Diego L. Pérez
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