Noche finlandesa en Madrid con presencia doble de bandas del país nórdico que con distintas propuestas musicales que resultaron de lo más interesantes y competentes cada una en su estilo, aunque con mayor nivel por parte del cabeza de cartel que fue el que más público convocó para completar unas tres cuartas partes del aforo de la sala de Embajadores.
Comenzaron con exquisita puntualidad
a las 20:00 h. los hard rockeros sleazies SHIRAZ LANE, una joven banda con un LP en el
mercado “For Crying Out Loud”(2016) y
un EP anterior “Be Slave Or Be The Change”
(2015) que no me llamaron excesivamente la atención en su momento con unos
temas que me sonaban excesivamente sucios y simples, pero que ganaron mucho en directo,
me sonaron más frescos y directos, con una puesta en escena absolutamente
descarada y enérgica acorde con la gran imagen y juventud de sus músicos.
Cuando entramos en la sala ya
sonaban los demoledores riffs de la pegadiza “Wake Up” ideal para meternos en
harina de la mano de una banda liderada por Hannes Kett, que se reveló como un gran maestro de ceremonias
haciendo todo lo que un frontman que se precie debe hacer calentando al
personal que poco a poco iba dando color a la sala, además de cantar bastante
mejor de lo que me esperaba con su indisimulable pasión por Sebastian Bach. Hannes estuvo perfectamente secundado por los guitarristas Miki Kalske y Jani Lane que desarrollaron una muy buena labor, sobre todo el
segundo dejando notables solos, mientras que el bajista Joel Alex no paraba de moverse y provocar, marcando el ritmo junto
al batería Ana William que también cumplió
perfectamente.
Tras “Wake Up” atacaron por
sorpresa con “Carnival Days” un tema nuevo más atemperado y sensual que
aparecerá en su próximo trabajo dentro de unos meses y que no desentonó antes
de que aparecieran por primera vez los miembros de Brother Firetribe con unas caretas para invitarles a unos chupitos,
algo que se repitió en más ocasiones, cosas del último concierto de la gira. Volvieron
a su primer disco con la divertida “Begging
For Mercy” con un punto gamberro y chillón incluyendo un vacilón guiño al
clásico del reggae “No Woman No Cry” para atacar después con “Harder To Breathe”
más dura y pesada que conocíamos a pesar de ser nueva ya que está disponible su
vídeo clip como adelanto de su próximo disco.
Con “Story To Tell” atemperaron un poco el ritmo sin perder dureza
como previo para hacer las presentaciones entre coreos y aplausos del público entregado
a saco con otro tema nuevo “People Like Us” divertido y melódico fue de las que
más me gustó de la noche, bajando un poco el ritmo y densificándose con la
también nueva “Shangri-La” que me dijo bastante menos.
Para el final quedaron “Mental
Slavery” con un rollo Skid Row
total, macarra y poderoso con un riff que recuerda mucho al de “Monkey Business”
de los norteamericanos, y el cierre totalmente festivo con “Out There Somewhere”
sleazy total a lo Pretty Boy Floyd
con Hannes y Joel bajando para mezclarse entre el público sin parar de moverse e
interactuar. Buen cierre para una actuación que me convenció bastante más de lo
que esperaba de un grupo que sin descubrir nada ni tener un nivel técnico
excesivo, si mostraron una actitud total creyendo plenamente en lo que hacen
divirtiendo y divirtiéndose.
Como decía antes la mayoría de
los allí presentes acudimos al reclamo de BROTHER FIRETRIBE, una banda que ha ido creciendo
de forma exponencial trabajo tras trabajo y que casi sin darnos cuenta llevan
tres lustros colándose entre las preferencias del público melódico ofreciendo
un exquisito A.O.R. lleno de clase pero también con alguna concesión al hard y
al sinfónico. Al contario que Shiraz
Lane, estos me conquistaron desde que escuché su primer disco, mejorando a
cada entrega para llegar un excelente “Soundbound”
cuarto trabajo del grupo publicado hace unos meses y que defendieron
ampliamente en su concierto del pasado sábado.
Así comenzaron tras la original
intro que le da título con “Help Is On The Way” que ya puso a palmear al
público que estaba por la labor entregándose desde el primer minuto para
sorpresa y alegría del grupo que no paró de sonreír y mostrar su agradecimiento
ante una audiencia más numerosa de lo que muchos podíamos esperar. Con un señor
cantante como Pekka Ansio Heino (Leverage)
al frente que mostró un delicioso timbre vocal aunque por momentos parecía
quedarse un poco a medias a la hora de terminar algunas estrofas de larga
duración, ayudado en los coros por el bajista Jason Flinck que tuvo mucho protagonismo a pesar de que su micro no
sonó todo lo bien que hubiera sido deseable, y con unos mínimos apoyos por
debajo de los teclados de Tomppa
Nikulainen, algo que me gustó mucho ya que prefiero que algún coro quedé
menor pero que sea real a que todo sea disparado y artificial.
Sin apenas respiro continuaron
con “Indelible Heroes” precioso tema de puro A.O.R. que sonó espectacular con
un excelente trabajo a la guitarra de Emppu
Vuorinen (Nightwish) que se marcó un conciertazo creando unas buenísimas
melodías junto a los teclados de Tomppa,
sonando realmente limpios sustentados por la precisa base rítmica formada por Jason y por el batería Hannes Pirila.
Primer recuerdo para el álbum de
debut del grupo “False Metal” (2006)
con la festiva “One Single Breath” previa charla de Pekka que en algunos momentos abusó del recurso de dirigirse al público
con algunos discursos un poco largos. Vuelta a la actualidad con “Heart Of The
Matter” que también sonó magnífica, al igual que el temazo “For Better Or For
Worse” que fue de lo mejorcito de la noche con su estribillo pegadizo y su gran
melodía de teclados arrancando los oes del respetable, bajando un poco el
pistón con la más relajada “Shock”, recuperando el pulso más festivo y directo
con la maravillosa “Runaways” en la que Pekka
sufrió algo más de la cuenta para llegar a sus partes más altas pero con un Emppu superlativo a la guitarra.
Encaramos la segunda mitad del
show con la sugerente “Last Forever” otro encantador momento al que sucedió la
motivante “Taste Of a Champion” que puso la nota más épica de la noche con su
estribillo y su ambientación plenas de positiva energía, para continuar con
otro recuerdo primigenio descargando la cañera “I’m On Fire” que fue de lo más
heavy del concierto, recuperando el sonido más A.O.R. con “Big City Dream”
mandando las armonías vocales y las teclas de Tomppa.
Ibamos llegando al final con otro
de los temas más relevantes del último disco “Give Me Tonight” sencillamente
brutal como sonó en directo con su estribillo coreado a pleno pulmón
desprendiendo optimismo y buen rollo, como sucedió con la esperada “Heart Full
Of Fire” tema título del segundo disco del grupo con el que dieron su primer
gran salto y que fue una delicia escucharla en vivo, para llegar al bis de
forma hard rockera y festiva con “I Am A Rock” que se convirtió en un
controlado desparrame con todos los Shiraz
Lane acompañando encima del escenario para completar un fin de fiesta
magnífico en una noche realmente divertida y elegante de la mano un señor
grupazo como Brother Firetribe, y de
otro grupo como los Lane que si
siguen mejorando pueden ser una buena alternativa dentro del sleazy escandinavo.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Diego L. Pérez
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